No sabía qué poner hoy, ya que he estado trabajando en actualizar la información anterior sobre la desgracia en Chile, de la cual no me olvido, y luego he dedicado un gran rato a una futura entrada sobre una crónica de las de Tomás Morales.
Pero he aquí que me hallé con unas fotos de nuestra cumbre. No recuerdo quién me las envió. Y no voy a juzgar sin son buenas o malas. Sólo sé que infunden paz, y en estos días aciagos nunca está de más un punto en el que fijar nuestra conciencia. Así que voy colocar algunas, y punto.
4 comentarios:
Preciosas fotografías, la mitad de mi corazón está allí, en esa que es mi tierra, y la añoro.
Un saludo.
minerva:
Pues entonces más me alegro de haberlas subido.
Todo mi cariño.
Una maravilla...
Abrazos
venconmigo:
Para maravilla, tu blog, aún con pocos seguidores. Pero por favor no desistas. Tiene un encanto especial. Tengo que visitarlo más a menudo y comentar.
Un abrazote.
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