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miércoles, 5 de noviembre de 2008

David Cronenberg, una revisión inesperada

 Inesperada para mí, ya que nunca he supuse que iba a hablar de este director, cuya carrera no he seguido fielmente, ni ningún me atrajo especialmente... ¡Pero, mira! ¡Puesto a rellenar este paupérrimo blog (que igual no tenía que haber creado), voy a hacerlo con comentarios sobre este autor y su obra.



 Conocí a Cronenberg con su versión de "La Mosca"(1986). La película me pareció en su momento tan "Gore" (aunque pueda no ser aplicable esta denominación a este caso concreto) que no me atreví a verla de nuevo hasta hace unos meses.
 Ya con el estómago madurado, y tras la revisión, uno empieza a pensar en todo lo que ha oído, leído y visto de este cineasta canadiense. Y al final, tras intentar ponerme al día (aunque sea parcialmente) con su filmografía, resulta imposible no admirar la capacidad de este hombre para contar la transición desde la normalidad (e incluso la realidad, muchas veces cuestionable) a la deformidad física y/o mental.
 Muchos creadores han plasmado las mutaciones "ya hechas", o prácticamente instantáneas. Los personajes a lo "Jekyll y Hyde", especialmente en sus presentaciones cinematográficas, saltan a su "alter-ego" con rapidez. Por supuesto, es excusable. El tiempo de un largometraje deja poco espacio para otra cosa que no sean los hechos consumados, ya se traten de monstruos "universales"(Drácula, El hombre lobo, etc...), superhéroes o asesinos en serie. Y no son muchos los que en una sola entrega o incluso en varias, se atreven a afrontar el proceso de cambio. Que además lo hagan con acierto es otro cantar. Y que lo hagan el motivo principal de sus historias son... Bueno, no cabe duda de que habrá otros. Pero con reconocimiento internacional de crítica y público... David Cronenberg.

 Nacido el 15 de marzo de 1943 en Toronto(Canadá), el que llegaría a ser posteriormente uno de los maestros del llamado "horror corporal", parece haberse centrado en esta especialidad a raíz de una extraña enfermedad degenerativa sufrida por su padre, de la que a mí, por lo menos, me ha resultado imposible encontrar datos más concretos. Lo que sí podemos poner en duda, a pesar de su trayectoria previa al salto a la pantalla grande, es si podría haberla logrado sin la ayuda financiera del gobierno canadiense. Con lo que caemos en el eterno debate sobre la financiación estatal. Pero este es un tema que vamos a soslayar en esta ocasión.
 Al debutante David Cronenberg, no sólo le atrae la enfermedad. También lo hacen el sexo, los coches y las motos. ¡Vamos, el típico y normal muchacho al quien le gustaba tanto correr como "correrse"! Pero para conocer mejor a este director canadiense hay mucha información en la red. Colocaré al final algunos enlaces para quienes quieran consultar mejores entradas sobre este hombre y su obra. Yo, por mi parte, voy a exponer una lista de su filmografía, deteniéndome en los pensamientos que me despiertan las que he visto. Espero poder mejorar o ampliar mis reflexiones con el tiempo y la visión de nuevos filmes.
 A continuación pondré una lista de las películas vistas por mí, según las vaya comentando, con sus enlaces en este blog(pulsando sobre el título):


 Antes de finalizar esta entrada con unos links que pueden interesar al lector, copiaré un articulo sobre el autor, extraídas de la "Enciclopedia Universal Micronet-2009":

"Cronenberg, David (1943- )


& Director de cine canadiense, nacido el 15 de mayo de 1943 en Toronto (Canadá).
Vida
Hijo de padre periodista y madre pianista, David Cronenberg creció en un ambiente refinado y recibió una excelente formación académica. Sin embargo, hubo una circunstancia que marcó su juventud: la enfermedad de su padre, un cáncer que paulatinamente fue minando su salud. Ese temprano acercamiento a la muerte se volvió aún más dramático cuando su madre padeció síntomas de la misma enfermedad. Rodeado de medicinas, testigo de terapias químicas y próximo al entorno hospitalario, Cronenberg fue madurando una morbosa fascinación por el deterioro del cuerpo humano que, en realidad, era un modo de conjurar los temores que le originaba la progresiva decadencia de sus padres. Acudir al cine era un modo de consolar esa tristeza, si bien es cierto que desde niño disfrutaba especialmente con las películas de terror, quizá porque jugaban con miedos mucho menos creíbles que aquellos que lo acechaban en casa. La agonía de sus padres, tremendamente dolorosa, marcó para siempre su sentido de la vida y, por extensión, la línea creativa que luego habría de seguir como cineasta.
Mientras estudiaba en la Universidad de Toronto comenzó a experimentar con la cámara de cine. Su primera película fue un cortometraje de siete minutos, Transfer, donde plasmaba su inclinación por el psicoanálisis. En este filme, un psiquiatra era hostigado por su paciente de una forma que ya dejaba entrever el modo en que Cronenberg reflejaría tiempo después la demencia. El siguiente cortometraje, From the drain, presentaba a dos personajes dentro de una bañera, discutiendo en torno a las posibilidades de una guerra bacteriológica. El súbito final de la película, con un monstruo surgiendo del agua y devorando a uno de los conversadores, ofrecía una nueva muestra del oscuro fatalismo de su autor, obsesionado por aquellas fechas con la idea de la muerte. Quizá esa misma obsesión le llevó a convertirse en un fanático de las carreras de coches, donde el riesgo era siempre fatídico y la posibilidad de ser víctima de un accidente rondaba en todo momento a los pilotos.
Con esta breve pero substanciosa experiencia en el campo del cortometraje, David Cronenberg obtuvo trabajo en la televisión canadiense. Este contrato le permitió, entre otras cosas, viajar a Francia, donde rodó en distintas ciudades material que luego sería empleado como metraje de archivo en su cadena televisiva.
En 1975 filmó su primer largometraje de importancia, Vinieron de dentro de..., cuyo argumento pone en combinación parasitismo y sexo, dos conceptos que Cronenberg siempre relacionó. Según el guión, una especie de moluscos llegan del espacio exterior para penetrar dentro del cuerpo humano, provocando un frenesí erótico que desemboca en mutaciones de diversa naturaleza.
Aunque Cronenberg estaba casado, los problemas conyugales eran un asunto cotidiano para él. Esta desconfianza en la pareja le sirvió de inspiración para rodar Rabia, un acercamiento al mito del vampiro, encarnado esta vez por una ninfómana mutante que, al modo de una mantis religiosa, conduce hasta la muerte a quienes caen bajo su acoso erótico, provocando además una plaga con su mal.
Poco después, el director canadiense quiso plantear un homenaje a las carreras de coches en Fast company, una de sus películas menos conocidas, pero sin duda relacionada con ese universo de velocidad, sexo y decadencia que mostraría luego en Crash.
A pesar de su incursión en el mundo de la competición automovilística, Cronenberg no quiso dejar de lado los temas que ya empezaban a darlo a conocer internacionalmente. En Cromosoma 3 proponía una nueva ciencia, la psicoplásmica, creada por el Dr. Raglan (Oliver Reed), médico que induce a sus pacientes a convertir las dolencias psíquicas en manifestaciones somáticas. Una de las víctimas de Raglan es Nola Carveth (Samantha Eggar), víctima de unos abusos en la niñez que conseguirá manifestar engendrando criaturas asexuadas, capaces de los peores crímenes. Sin duda, un argumento como éste ya evidenciaba las pesadillas que acosaban al propio Cronenberg, sus sentimientos de culpa y crisis neuróticas. Por lo demás, si en Cromosoma 3 la mente conseguía dominar las tendencias de la carne, en Scanners una competición entre telépatas podía concluir con el estallido del cráneo de uno de ellos. En el mismo sentido, Videodrome mostraba al encargado de una empresa de televisión por cable, desvelado por el cine pornográfico y violento, descubriendo un canal que programa escenas sadomasoquistas, pero que también puede dominar la voluntad y las pesadillas de sus espectadores.
El productor Dino de Laurentiis, atraído por el repertorio de terrores del cineasta, le ofreció dirigir La zona muerta, adaptación de una conocida obra de Stephen King. Fue un trabajo de encargo, un tanto impersonal, que le sirvió para aproximarse a un público mayoritario. Con esta fama, pudo además conseguir la financiación necesaria para rodar La mosca, nueva versión del film que Kurt Neumann rodó en 1958. Protagonizada por Jeff Goldblum y Geena Davis, la película narraba una historia de amor malograda por un espeluznante experimento genético.
Curiosamente, muchos aficionados a la ciencia-ficción veían en Cronenberg a uno de los suyos, mientras él insistía en el poco respeto que le inspiraba ese género literario. A su juicio, pocos escritores de ficción científica lograban el mínimo nivel exigible a un literato. Por el contrario, según decía, Vladimir Nabokov o los ensayos de investigación médica ofrecían mejores contenidos.
Al poco de acabar el rodaje de La mosca, inició la preparación de su siguiente proyecto Inseparables. Era ésta una película basada en una historia real ocurrida en 1975. Los hermanos gemelos Cyril y Stewart Marcus, ginecólogo y oncólogo respectivamente, se habían envenenado para poner fin a la relación sexual que los unía y, al tiempo, martirizaba. Dos periodistas, Jack Geasland y Barry Wood, habían escrito en 1977 una novela sobre el tema, Twins, que Cronenberg utilizó como base de su guión. En la película, los gemelos fueron magníficamente interpretados por Jeremy Irons, quien supo reflejar en su actuación el tenebroso vínculo establecido entre ambos hermanos.
Por las mismas fechas, el productor Jeremy Thomas condujo a Cronenberg hasta uno de sus ídolos literarios, William Burroughs, con quien acordó la versión de El almuerzo desnudo, su novela más conocida.
El fracaso de este largometraje, repleto de alucinaciones visuales, puso en una difícil situación la carrera de Cronenberg. Por suerte para él, David Geffen poseía los derechos de M. Butterfly, una obra de teatro estrenada con éxito en Broadway, reflejo de la historia real de un diplomático francés, René Gallimard, enamorado de una actriz china, Song Li, quien era realmente un hombre. La película resultante -que mantuvo el título- fue un notorio éxito de crítica y público, y Cronenberg pudo afrontar sin riesgos dos nuevos proyectos que, una vez más, volvían al terreno de sus morbosas inclinaciones: Crash y eXistenZ.
Nombrado caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura francés, Cronenberg logró consolidar un prestigio como cineasta que, al margen de lo arriesgado de sus temas, acredita su destacable talento como creador de imágenes. En 2002 recibió el premio La Máquina del Tiempo en el Festival de Sitges.
Filmografía.
Como director:
1966: Transfer (productor y editor).
1967: From the Drain (editor)
1969: Stereo (productor y editor).
1970: Crimes of the Future (productor y editor).
1971: Jim Ritchie Sculptor (productor y editor).
1975: Shivers.
1977: Rabid.
1979: Fast Company; The Brood (Cromosoma 3)
1980: Scanners.
1983: Videodrome; The Dead Zone (La zona muerta).
1986: The Fly (La mosca).
1988: Dead Ringers (Inseparables) (y productor)
1991: Naked Lunch (Almuerzo al desnudo)
1993: M. Butterfly.
1996: Crash (y productor).
1999: eXistenZ (y productor).
2002: Spider.
Como actor:
1985: Into the Night (Cuando llega la noche)
1986: The Fly (La mosca)
1990: Nightbreed (Razas de noche).
1992: Blue.
1994: Henry & Verlin; Trial by Jury (Traición al jurado).
1995: To Die for (Todo por un sueño); Blood & Donuts.
1996: Crash; The Stupids; Extreme Measures (Al cruzar el límite).
1998: Last Night.
Trabajos para la televisión:
1987: Friday the 13th (Capítulo de una Serie) (Director).
1966: Moonshine Highway (Largometraje) (Actor).
GUP

Enciclopedia Universal DVD ©Micronet S.A. 1995-2008"

Otros enlaces con datos sobre el autor:

http://www.imdb.com/name/nm0000343/
Enlace en japonés:

Comentario final... de momento
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 Tras casi tanto meses como dura un parto, termina aquí por el momento los comentarios sobre la obra de Cronenberg. Cuando empecé, el 5 de noviembre del pasado año, sabía que me iba a llevar tiempo, pero no tanto. Espero que haya valido la pena. Y de lo contrario, me ha valido la pena a mí.
 Definitivamente, una visión amplia de la obra de este director canadiense es al final un paseo por "El Jardín de las Delicias", de "El Bosco". En su trabajo se descubre a la vez la belleza, el horror, el misterio, la sensualidad, la demencia y el genio de la "Mente Humana". Y entrecomillo y ensalzo estas palabras, porque creo sinceramente que pocos autores consiguen abordar la complejidad del alma humana como este hombre. E igualmente, considero que pocos son capaces de enfocarla desde tan variados planteamientos, regalándonos con cada entrega "una vuelta de tuerca más".
 Espero que, en el futuro, ambos volvamos a encontrarnos, a través de su obra...o como sea.
 Mis respetos, Sr. Cronenberg.


2 comentarios:

Á. David dijo...

Hola Ildefonso.
Qué pedazo de post. Lo tendré que leer de varias veces, este tema te daba para escribir durante semanas.
A mi el señor Cronenberg siempre me ha causado contrariedades, o lo odiaba o lo amaba (por ejemplo, odié "Crash" y amé "Videodrome", odié "Una historia de violencia", sobretodo la 2ª mitad de la peli, la 1ª mitad me parece sobresaliente, y amé "Promesas del Este"), pero nunca me resultó indeferente. Me pasa un poco lo que me pasa con el señor David Lynch (al que amo en momentos de suma fragilidad emocional). Es curioso, ambos son David, como yo, será por eso que me repelen y me atraen a partes iguales. Pensándolo bien, mi último trabajillo, "Sueño Fronterizo", tiene un poco de ambos, imagínate el resultado (aunque modestamente creo que he sido comedido, a parte de que mi talento es minúsculo comparado al de estos extraños y personalísimos autores).
Que haya salud.

Preste Juan dijo...

Hola David: A mí me pasa lo mismo que a tí con Cronenberg. De hecho, jamás hubiera dicho que iba a realizar un comentario sobre su obra. Llevo mucho tiempo preparándola, y más que me va a costar colocarla en el blog.
Perdona que no te haya respondido antes...¡Pero es que sólo hoy, al ir a editar el tema, me di cuenta de que algunos habían dejado mensajes!
Un abrazo.