Una famosa actriz porno de la época (Marilyn Chambers) se quedó con un papel pensado para Sissy Spacek, y saca con soltura una película que, aunque tampoco me resulta notable, consigue una distribución internacional que dio a conocer al director y su obra en todo el planeta.
Argumento y reflexiones: De nuevo la historia del "científico loco". Una motorista (como ya hemos citado, el mundo del motor es otra de las pasiones de Cronenberg) es salvada "in extremis" gracias a una complicada e innovadora cirugía. Su protagonista acaba convirtiéndose en una especie de vampiro que convierte a sus presas en enfermos de un tipo de rabia invencible. Quizá la mejora en este nuevo filme consiste en reflejar no sólo la tragedia de los afectados (demasiado deshumanizados como para darse cuenta de su estado), sino la angustia de la protagonista, foco de la epidemia. Su angustia es, ya, "cronenbergriana". Se sabe incapaz de la salvación, debiendo asumir que su única opción para mantenerse humana es la muerte. No obstante, la lucha interna entre el instinto de supervivencia y su propia moral es salvaje, agonizante en lo emocional y, para mí, lo mejor de la película. A destacar, también, la ayuda del famoso director y productor de cine de terror, Roger Corman.
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Entrevistas con el director
Crítica
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