Yo era un niño cuando murió este hombre, y aún así recuerdo que en mi casa parecía que se había muerto Dios. Luego descubrí que, en cierto modo, así fue. Y sigue siendo verdad para muchos, diría que cada vez para más gente. Porque Nino Bravo fue "La Voz" de España, junto con Cecilia. Que, siendo dos, muchos vemos en ambos una unidad, la cara masculina y femenina de la mejor canción en español (paso ahora de especificar que en castellano, pues aún con todo mis respeto y cariño por las otras lenguas del país). Esa lengua hispana que rompió hace años las fronteras de su definición más estricta. Y no sólo eso, ha superado las fronteras de la España otrora vil conquistadora, de la españa racista y xenófoba... y cualquier otra frontera que haya querido constreñirla. Es un patrimonio de cientos de millones de personas(ciertamente, toda lengua debiera serlo, pero hablo de esta y de su difusión).
Nino Bravo cantó para los oídos y almas de todos aquellos seres humanos que siendo dignos valedores del quechua, el vasco, el catalán y tantas otras formas de cultura y expresión, así como valedores de sus sexos y sexualidades, de sus tonos de piel, etc., se rigen por lo que nos une a todo: la capacidad de sentir. De sentir y comprender el dolor y la alegría ajenas. Sino, baste con oír la última de las canciones seleccionadas para esta entrada improvisada: "Libre". ¿No creen que si mañana se tradujese y cantase en todos los idiomas, pasado mañana no sería un himno universal? ¡Cuántos presos de todo tipo disfrutarían oyendo que una potente voz del pasado, les rinde honores! ¡O soy yo sólo el que cada día se emociona más al oír la historia del ser humano que pleno de libertad en su corazón, vio flores carmesí brotando de su pecho, donde los demás veían sangre!
A ver si España se quita su estúpido complejo de culpa y se arranca ya a defender y a soñar, que es otra forma de apostar por el futuro, la parte noble de su historia y cultura. ¿Porque los maravillosos Aznavour y Sinatra son dioses fuera y dentro de su tierra, no pertenecen a todos lo que los amamos, mientras que Nino Bravo (como tanto otros, pero hoy toca hablar de él), espera a ser sembrado con fuerza en los países de lenguas foráneas. ¡Cómo me gustaría ver a Nino cantado por franceses, rusos, alemanes! ¡Cuándo oiré una versión en inglés cantada por un estadounidense de voz reconocida, aunque no pueda gustarnos su adaptación!
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