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miércoles, 16 de septiembre de 2009

Juan de León y Castillo



 A menudo, nos paseamos por calles que llevan el nombre de un personaje de nuestra propia historia, al cual sólo conocemos de oídas, o por esculturas erigidas en su memoria en un pasado no tan remoto. A mí me pasa muy a menudo. Si la ignorancia cotizara en bolsa, yo cotizaría como nadie.


Monumento a Juan León y Castillo, en Las Palmas


Busto de Juan León y Castillo en el Puerto de La Luz


Figura de Juan León y Castillo en Telde

 No sé el número de veces que habré pasado por delante de la primera escultura. Y por eso de no fijarme, siempre pensé que estaba dedicada a su hermano Fernando, el político.
 Pero he aquí que hoy, pensando en dedicarle un hueco a la ciencia en Canarias, me he vuelto a encontrar con este hombre. Un ingeniero. Uno de los artífices de aplicar los conocimientos científicos a la creatividad humana. Entre otros trabajos: "El Puerto de la Luz", "El Faro de Maspalomas" y el "Túnel de Tenoya"(en su momento, todo un prodigio).
 Son obras a las que hoy nos sentimos todos vinculado de una u otra forma. Por cuanto han supuesto para la comunicación y el engrandecimiento de la isla a lo largo de la historia. Alrededor del famoso puerto(de cuyo enigmático nombre ya hablaremos otro día), miles de historias se tejieron y tejen cada día. Alrededor del faro, otrora rey de un mar de dunas, hoy se aglomeran los turistas y se ejercitan los más variados deportes. A través del túnel, nunca mejor dicho, se rompió un obstáculo natural que entorpecía el deseado contacto entre una parte de los habitantes de Gran Canaria. Por no citar el la atracción y el miedo que me daba pasar por él cuando era un niño. Cierto es que el tiempo "menosprecia" con frecuencia los antiguos logros. Hoy tenemos túneles por todos lados, y en un futuro nos reiremos de los actuales... Pero yo siempre tendré un recuerdo especial por este, que he recorrido por dentro... y por encima. Aunque esa anécdota me la guardo...
 Tiempo es de que les deje con alguna cuantas imágenes más, algunos enlaces sobre el ingeniero y un par de vídeos. El primero de los vídeos nos ofrece una visión del faro y su entorno varias décadas atrás. El segundo, nos da la oportunidad de oír una de las canciones dedicadas al famoso puerto, del que seguiremos hablando, para bien y para mal, durante mucho tiempo...

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